Como saber el puk orange

Color de los vómitos biliares

Los cambios físicos congénitos se producen en el periodo neonatal o en los primeros meses de vida. Los niños que tienen vómitos recurrentes no biliares asociados a la alimentación pueden tener estenosis pilórica hipertrófica. Otras condiciones físicas que pueden causar vómitos no biliares son: atresia o estenosis esofágica, quistes de colédoco, invaginación intestinal.

Todas aquellas enfermedades que conducen a un aumento de la presión dentro del cráneo provocan vómitos. Por tanto, se pueden reconocer causas: infecciosas (meningitis, encefalitis); estructurales (malformaciones, hidrocefalia, masas intracraneales, hemorragia intracraneal); tóxicas (ictericia o trastornos metabólicos).

Vómitos del niño

Antes de vomitar, la persona suele experimentar una sensación de náuseas, la piel se vuelve pálida y aumentan el ritmo cardíaco y la sudoración. Finalmente, una serie de inhalaciones profundas son seguidas por el cierre de la glotis y los músculos abdominales comienzan a contraerse vigorosamente.

La combinación de estos movimientos aumenta la presión abdominal y comprime eficazmente el estómago. El esfínter esofágico inferior se relaja, permitiendo que el contenido gástrico entre en el esófago y, cuando las contracciones son lo suficientemente fuertes, se produce la expulsión de este material de la boca.

Otras posibles causas de los vómitos son la insuficiencia hepática o renal, la cetoacidosis diabética, la exposición a la radiación y las fases avanzadas del cáncer (independientemente de la quimioterapia o la radioterapia).

Los ataques de vómitos se producen al menos 4 veces por hora, durante un periodo que oscila entre 1 hora y 5 días. El paciente muestra salivación profusa, sed y resistencia a hablar o tragar. Otros síntomas asociados son la palidez, la postración intensa y el letargo.    El síndrome de vómitos cíclicos suele autolimitarse al cabo de unos meses o unos años.

Vómitos de jugos gástricos amarillos

4. Ocho horas después del último episodio de vómitos, se pueden reintroducir alimentos ligeros: galletas secas, galletas saladas, sopa simple o arroz, patatas hervidas; para el lactante, crema de cereales y puré de plátano.

En los vómitos acetonémicos, debido a la falta de azúcar, deben ofrecerse al niño soluciones rehidratantes y bebidas azucaradas (té, infusiones azucaradas, zumos de frutas, Coca Cola, (preferiblemente diluidas y desinfladas): estos líquidos deben darse en pequeños pero constantes sorbos.

No son necesarias dietas escolares, sólo un cuidado especial por parte de la familia, que debe evitar los excesos de alimentos de riesgo o las condiciones que favorecen la reaparición de las crisis (evitar esfuerzos intensos o ayunos prolongados).

Vómitos de bilis: causas

En la mayoría de los casos, los espasmos resultantes de la distensión o contracción de la vesícula biliar (o vesícula biliar) y los conductos biliares se deben a la presencia de cálculos que obstruyen el paso de la bilis (el líquido espeso y oscuro producido por el hígado y retenido en la vesícula biliar, que es esencial para digerir las grasas y evitar la putrefacción de los alimentos en los intestinos).

Esta manifestación suele durar unas horas y cesa cuando se retira la piedra. Si el cálculo permanece bloqueado y la bilis no puede salir, aparece una ictericia asociada a una orina oscura y turbia. A veces, los cólicos se asocian a vómitos biliares y a trastornos urinarios.